lunes, 2 de enero de 2017

Remedio para Congestión Nasal, Gripe, Oídos tapados

Te has preguntado alguna vez, como quitarte la congestión nasal y de inmediato sentir alivio?



Pues llegaste al lugar indicado, y no es solo decirlo o escribirlo, te lo demostrare:

Lo que necesitas lo tienes en tu nevera o cocina, a la vez es natural y muy bueno, yo personalmente lo uso las pocas veces que me ataca la gripe, o virus de los últimos milenios. 

Lo descubrí una luna llena caminando por las montañas cuando preste mi servicio militar, llevaba un malestar, congestión y frío desde hace una semana atrás, era muy feo, me mantenía húmedo mi ropa por las caminatas y sudor del cuerpo, pues eso era la causa de que la gripe no se quitará. y si llovía durante la caminata pues era aún peor.

En plena montaña vi una casa hecha de barro de algún humilde campesino y vi al campesino antes que oscureciera, y me vio enfermo y acabado con unos ojos llorosos y a punto de caer. me dijo sin decirle nada y me regaló unas mentas esas que son de pipas o dulce, y dijo busca una naranja , exprimida y derrite la menta en el jugo de la naranja, y bébelo tibio. "te digo la naranja se consigue en todas partes", y le dije gracias lo hare, pues igual no tenia mas que perder, en el monte no había ni una tienda o bodega y mucho menos una farmacia en medio de la nada. bueno voy almorzar y ya regreso a terminar mi historia.





HOLA ya estoy aca de nuevo; bueno aquel día seguí caminando toda la noche y vi un árbol donde de inmediato baje dos naranjas. Y estaba muy desesperado por el malestar, pues ya ni podía dia oír  porque hasta los oídos se me habían tapado, escuchaba todo como si estuviera en una cueva con susurro y muy adolorido y frío.

Lo otro era que no podía encender fogata cuando parábamos a descansar por unos minutos para seguir caminando, ya que sería detectado por los enemigos de aquel entonces. imaginate mi situación.

Pues me acuerdo que no deje que aclarara y un poco antes, tome tres piedra pequeña, mi navaja y encendedor,  busque palitos pequeños y todo listo, raje por la mitad las naranjas, y las exprimí en un pocillo de hierro militar donde va la cantimplora, tome tres mentas y triture las mezcle con el jugo de naranja, y a fuego lento.

Deje que se derritiera y revolvía con la navaja, luego lo bebí tibio tal como me dijo aquel ángel de la montaña. Fue tan efectivo que de inmediato sentí alivio y mis oídos y garganta se descongestionaron.






Prometí contarle esta experiencia a mis hijos y nietos. Pero porqué no a todos mis seguidores lo viví en carne propia por eso hoy lo digo con certeza, y confianza pues si tu hoy te encuentras así de delicado en tu salud. Primero Dios y luego este testimonio que DIOS puso aquel noble campesino para cuidar de mi.

Hoy conservo el pocillo de aquella experiencia:





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